PASCUAS
El nacimiento de Jesús.--"Por tanto el mismo Señor os dará señal: He aquí la virgen concebirá, y parirá un hijo, y llamará su nombre Emmanuel".
El tiempo de su nacimiento es desconocido para cualquier hombre hoy, pero difícilmente podría haber el 25 de diciembre según se celebra actualmente. No obstante, es un hecho bien conocido y profetizado muchos años antes por el príncipe de los profetas Isaías, cap. 9:6: "Porque un niño nos es anido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro: y llamarárse su nombre Admirable, Consejero, D-s fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz".
Su misión.--Según es relatada en los Evangelios, a saber Mt. 5:17. El vino a cumplir y guardar la ley. "No penséis que he venido para abrogar, no he venido para abrogar sino a cumplir".
En Lc. 24:44: "Que se cumplieran las cosas que están escritas de mi en la ley de Moisés y en los profetas y en los Salmos".
Cumplir, significa completar llevar a efecto todo lo que estaba escrito en la Palabra sobre él.
Vino, "no para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos".
Un siervo humilde que sacrificó su vida por la humanidad. ¿Qué está la humanidad sacrificando de la obra de su vida para Él?
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Alabamos a D-s que hay siervos que lo han dedicado todo junto con sus vidas a Su servicio, noche, día, sin dinero y sin precio. Nada para sí, todo para D-s.
Cto. era un Mensajero divino con una grande carga. "Que también a otras ciudades es necesario que anuncie el Evangelio del Reino de D-s, porque para esto soy enviado". Lc. 4:43.
El vino a enviar a "fuego" en la tierra, ese fuego interior que quema la escoria, purificando los corazones de los hombres según Lc. 12:49.
El fue el Salvador que buscaba: "El Hijo del hombre vino a buscar y salvar lo que se había perdido". Lc. 19:10.
No obstante, ¿cuántos hoy realmente le están buscando a Él?
La vida más amplia con abundancia espiritual.
"Yo he venido para que tengan vida y para que la tengan en abundancia". Jn. 10:10.
Su misión era dar testimonio de la verdad. "Todo el que es de la verdad, oye mi voz".
El terminó su misión, sufrió y murió para redimir a la humanidad. ¿Sufrirá Ud. y morirá al yo y al pecado para merecer la promesa y habitar en Él? Si así lo hace, su morada interior resultará en fructuosidad espiritual; sus oraciones serán contestadas, (Jn. 15:5,7). Tendrá paz en tiempo de tempestad, Jn 16:33, las bendiciones de una nueva vida, 2 Cor. 5:17 y será digno de la cota de justicia.
¡Gloria, gloria, aleluya; herederos de todas las cosas!
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