Bendigo a D-s con toda mi alma y todo mi corazón por permitirme expresarme a través de estas lineas mi profundo agradecimiento a D-s de ser Su siervo en esta bendita Iglesia que predica el evangelio eterno.  Esta doctrina que por el año de 1987 yo conocí y que hasta el día de hoy sigo predicando...
En el mundo era un joven más, lleno de sueños y anhelos.  Contaba con sólo 18 años y sólo pensaba en lo material que este mundo envuelve.  Pero al final del año de 1987 fui invitado a conocer esta preciosa Iglesia en Bell Gardens.  Nuestro querido Apóstol Caesar Rivera, en aquel tiempo Supervisor de nuestra Iglesia, estando haciendo la preciosa obra de D-s en una Campaña de Evangelización, me habló de esta doctrina.  Él me habló de lo hermoso que es servir a nuestro Rey y gracias a D-s y a este gran varón de D-s que hoy es nuestro guía, nuestro Moises de estos tiempos, en marzo del año 1988 dediqué mi vida al Señor.
Artist Joel Moreno
Durante los 24 años que tengo de vivir en esta preciosa iglesia, mi D-s al cual he servido siempre, me a ayudado a vencer obstáculos, las oposiciones que el enemigo nos pone en el camino, y a seguir adelante.  Recuerdo como si fuera el día de ayer, como mi hermano oficial Mauricio Preciado siempre me aconsejaba en medio de los momentos mas difíciles de mi vida, pues extrañaba a mi familia carnal.  Sin embargo, la Biblia dice que “cuando uno viene a sus caminos el nos dará una nueva familia”, la familia espiritual.
En 1989 contraje matrimonio con una gran sierva de D-s.  Un año más tarde en 1990, mi esposa y yo fuimos enviados a abrir la obra de D-s en Chicago, Illinois junto con algunos hermanos.  Asimismo en medio de las luchas y pruebas empezamos a sembrar la semilla del evangelio.  Cuatro años más tarde en 1994, fuimos enviados a el Estado de New Jersey a comenzar la obra en aquel lugar.  A pesar de que no conocíamos el lugar ni a nadie, siempre nos encomendábamos a D-s y obedecíamos al mandato del E.S. a través de la Dirección de nuestra Iglesia.  
Seguimos la tarea de establecer la obra de D-s en ese bello lugar que por Su misericordia sigue en pie hasta el día de hoy.  No obstante, en 1998, fuimos asignados nuevamente a establecer la obra en Chicago y desde ese año estamos en esta bella ciudad trabajando arduamente.  Muchas han sido las bendiciones y manifestaciones de D-s, aunque es verdad que también las pruebas y luchas no se han hecho esperar.  Aún con todo esto, D-s nos ha ayudado a vencer y nos ha sostenido de su poderosa mano. 
Misión de Chicago, Illinois
Una noche estando durmiendo el Señor me despertó.  Yo me levanté nervioso, pues aquella presencia que yo sentía en mi interior me estremecía en gran manera.  Además no podía divisar aquella presencia, pero si sabía que estaba allí.  Aquella presencia me decía que limpiara aquel lugar de las imágenes que se encontraban allí.  Yo con rapidez buscaba alguna revista o alguna hoja de periódico y limpiaba aquel lugar.  Creo que serían como las 2 o 3 de la mañana y aquella presencia me decía en mi interior, “Ponte todo tu uniforme menos tu calzado, híncate de rodillas y levanta tus brazos que hoy te voy a hablar”.  ¿Cuánto tiempo estuve de rodillas? no lo sé.  Lo que si sé es que desde ese día hasta el día de hoy vivo con ese compromiso que tengo ante mi D-s.  Por consiguiente, ¿Quién soy yo para que D-s se manifieste en mi vida?  Sólo su misericordia y su gran amor nos compromete a serle cada día más fieles.  Desde aquel día he tratado de hacer su voluntad y de guardar su palabra.
Ahora que tengo 46 años me doy cuenta que el tiempo ha pasado y siento que cada día que pasa tengo que renovar mi voto delante de mi D-s.  Es por eso que les invito a que lean este bello testimonio ya que que las promesas de D-s están puestas pero uno las tiene que buscar (Mateo 7:7).  Igualmente a través de este escrito aprovecho darle las gracias a toda mi familia espiritual.  Primeramente a nuestro amado director el Apóstol Caesar Rivera a su esposa Dámaris, sus hijas, Darlene y Aileene y a nuestra hermana S. Diaconisa Fundadora, Margot González.  Asimismo a nuestro Obispo David Higuera, su esposa e hijos y a la Junta de Oficiales junto con todos mis hermanos y hermanas. 
Esta es mi familia espiritual que tanto quiero y les llevo en mi corazón, en mis oraciones y en mis ayunos.  Espero aquel día en que nuestro D-s nos diga a todos, “VENID BENDITOS DE MI PADRE A HEREDAR EL REINO PREPARADO PARA VOSOTROS DESDE ANTES DE LA FUNDACIÓN DEL MUNDO”.        
Por último doy las gracias a aquellos que hacen posible la utilidad de este medio y así poder ayudarnos a predicar y hablarle al mundo todo lo que nuestro D-s hace con sus siervos aquí en esta tierra.  D-s te bendiga querido lector y nosotros no nos cansemos de decirle al mundo que ¡JESUCRISTO VIVE!        
-Humildemente su compañero en las trincheras,
Supervisor Mayor Juan Valadez
Encargado de la obra en Chicago, Illinois., EE.UU.