La ALABANZA

…Se debe cultivar el hábito de alabar al Señor, en todo tiempo, y bajo todas la circunstancias:  Cuando la alabanza no es espontánea entonces es nuestro privilegio ofrecer el "sacrifico de la alabanza".  Pablo nos recomienda: "Dad gracias en todo; porque esta es la voluntad de D-s para con vosotros en C-to Jesús". (1Tes. 5.18).  Hace poco uno hombre le preguntó al escritor, "¿Puedo yo alabar al Señor cuando no siento deseos de hacerlos"?  La respuesta fue, "Ciertamente que sí, hazlo porque el Señor lo ha mandado", "porque me glorifica el que ofrece alabanza".

Haciéndolo así, muy pronto llegará a ser un servicio dulce y feliz.  A veces cuando las ruedas mueven pesadamente una exclamación de alabanza o un canto de gratitud traerá la victoria…

Salmos 148

Alabad a Jah desde los cielos. 

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Alabadle en las alturas.

Alabadle vosotros todos sus ejércitos.

Alabadle sol y luna.

Alabadle, vosotras todas, lucientes estrellas.

Alabadle, cielos de los cielos. Y las aguas que están sobre los cielos.

Alaben el Nombre de Jah; Porque él mandó, y fueron creadas. Y las hizo ser para siempre por los siglos; Púsoles ley que no será quebrantada.

Alabad a Jah, de la tierra.  Los dragones y todos los abismos.  El fuego y el granizo, la nieve y el vapor, El viento de tempestad que ejecuta su palabra.  Los montes y todos los collados, El árbol de fruto, y todos los cedros, La bestia y todo animal, Reptiles y volátiles, Los reyes de la tierra y todos los pueblos, Los príncipes y todos los jueces de la tierra, Los mancebos y también las doncellas, Los viejos y los niños, Alaben el Nombre de Jah, Porque sólo su Nombre es elevado, Su gloria es sobre tierra y cielos.

Él ensalzo el cuerno de su pueblo.  

Alábenle todos su santos, los hijos de Israel, El pueblo a él cercano.  ¡Aleluya!