FELIZ AÑO NUEVO 2016

UN AÑO NUEVO CON EL MENSAJE DE UNA NUEVA VIDA

Entregándose a Sí Mismo

"Nuevo".  Lo que no fué usado anteriormente.  Un Nuevo Año.  El año viejo con todos sus malos caminos y hechos deben pasar para que todo venga a ser nuevo.  Si para nosotros es un año nuevo, nuestras vidas viejas con todos sus viejos caminos y malos hechos deben pasar con el fin de que todas las cosas sean hechas nuevas.

Al comenzar el Año Nuevo comencemos también una vida nueva.  Debe ser una vida cristiana para que sea nueva.  Cuando las cosas viejas son pasadas entonces comenzamos a vivir la vida verdadera.  La vida antigua de avaricia debe ser cambiada.  Todas las personas por lo regular son enseñadas desde muy pequeñas a conseguir y a ahorrar para sí mismo.  Esto no es cristianismo sino egoísmo.  El yo no debe ser considerado sino crucificado, muerto para sí, mas, vivo en Cristo.  Que procuremos vivir esa vida nueva este año nuevo.  Dar.  Dándose a sí mismo primero, "un sacrificio vivo, que es nuestro racional culto", como dijo San Pablo escribiendo a los Romanos. (Cap. 12.1)  Otra vez, escribió a la iglesia de Corintio: "Ninguno busque su propio bien sino el del otro". 1. Co. 10.24.

¡Cuán felices seríamos todos si esto fuese hecho!  ¡Ojalá que nos entregásemos a sí mismo primero como cristianos y poca sería la dificultad en hacer los demás!  Pues no cerréis los ojos para no ver a los pobres, "Al que te pidiere dale".  Hazlo de corazón entonces el Señor y los demás serán complacidos.  Sí, el gran gozo y bendición es para el dador; por cuanto "más bien bienaventurada cosa es dar que recibir".  El que recibe debe estar agradecido, pero la mayor bendición es para el que da.  ¿Pues por qué no se esfuerzan para las bendiciones mayores?  Entréguese a sí mismo, eso es ser un discípulo de Cristo; trabajando en la viña del Señor, viviendo por fe en el Dios de los vivientes.  Todo para Dios y nada para sí.

Si das un centavo al pobre él estará regocijado y habéis así cumplido la ley y la bendición es suya.  Cuando usted está comprando un centavo de platanito para su propio uso y ves un niño hambriento u otra persona necesitada que te está mirando; nada más justos que compres dos y des uno a aquella persona que te está mirando, despidiéndote sin hacer alarde.  Grande será la sorpresa para aquella persona y un recuerdo eterno para ambos.  La vida cristiana es una vida dadivoso, y no egoísta.  Jesús vino para dar.  No tuvo lugar donde reclinar su cabeza.  Si somos discípulos siguiendo en pos de Él, debemos hacer lo mismo.  Si lo hacemos con placer a otros alegraremos, y su falos es mayor que el del dinero en este mundo donde hay tantas lamentaciones, y tan poca alegría.

Solo una vez pasamos por este camino, si fallamos en nuestras oportunidades para dar alegría y emoción, animando con celo y amor, perdemos el gozo de la vida.  Este día jamás volverá.  Lo que dejamos de hacer esta completamente perdido.  El deber de regalar debe ser cultivado, tanto como el de conseguir.  Cuanto más damos, tanto más tendremos, "medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro seno".  Como las rosas; cuanto más se cortan, tanto más salen.  Dándose a sí mismo hace la vida más interesante y gozosa.  Muchas persona solo piensan en el dinero.  De las muchas cosas que el hombre puede regalar, el dinero es el menos duradero.  Los discípulos de Cristo no tienen mucho dinero; su dádiva principal es la de sus propias vidas.  Las personas son distintas unas de otras, así también las dádivas.  Algunos tienen tiempo, energía, destreza, ideales.  Otros algún talento especial.  Todo esto puede ser regalado con apreciación, y eso vale más que el dinero.  Expresar su apreciación cuesta poco y es uno de los regalos más aceptables; estimula el corazón.  No debes lisonjear sino animar.  Vira una nueva página; una nueva vida.

Simpatía y animación valen más que el oro; amor y santidad hacen del mundo un Edén.  Tal vez no tendrás más que una buena idea, pero ofrécela; puedes inspirar a otros y seguramente será tu buen amigo.  No esperes que la idea se desvanezca, sino ofrécela ahora.  Nuestro principal lema debe ser el siguiente: "Oh Dios, ayúdame hoy para yo poder ayudar a otros".  Devuelve bien por mal; haciendo feliz a otro, entonces tu alcanzarás la felicidad.  Muchas veces las pequeñas acciones bondadosas son apreciadas como las grandes dádivas.  Mantenga sus ojos abiertos y sus manos dispuestas y hallarás placer, gozo, felicidad, que sobreabunde y  permanecerá como un monumento de tu vida; el monumento que merece la pena.  Regala, no prestes; si lo das has ganado; si lo prestas perderás ambas cosas, lo que prestare y a quien le prestaste.  Si una persona ha hecho un bien, dígaselo.  Dele su ramillete hoy; después de muerto no sabrá nada y no lo podrá agradecer.

El m mundo se está muriendo por falta de amor, simpatía, y apreciación, y todo esto está a su alcance y le cuesta poco.  Casi nunca damos desinteresadamente, que no seamos recompensados; pero siempre y cuando que no esté atado con las cuerdas del interés.  Me hace recordar a un campesino que asistió a una reunión Evangélica en la ciudad y oyó un mensaje sobre "El dar".  Así que él echó en la caja de las ofrendas veinte centavos.  Yendo para su casa esa misma noche se encontró veinte centavos en el camino.  El estaba tan contento que al llegar a su casa dijo a todos que lo que el ministro había dicho era verdad, "dad y se os dará".  No, dijo uno de los criados, eso es porque usted dio con toda idea de volver a recibir y el buen Dios no lo quiso aceptar y te lo devolvió arrojándolo en el camino.  Ahora en este Nuevo Año recuerda la Nueva Vida que debes vivir, que sea cristiana, en semejanza de Cristo.  Por tanto no te vendas a Cristo, sino entrégate a Él y serás así merecedor de las mayores bendiciones.

Son las cosas pequeñas las que hacen felices y más interesantes las vidas de la mayoría de las personas. Comienza una hueva página hoy, ayudando a otros y aprenderás el verdadero secreto de una vida llena de gozo, porque amar es dar.

-Obispo Daddy John

El Mensajero de los Postreros Días

15 de enero de 1940

Año 1 Num 4