RECTITUD por el Obispo Ángel Ma. Hernández

RECTITUD

Por el Obispo Ángel Ma. Hernández

Texto:  Jn. 1:23:  "Enderezad el camino del Señor".  Entre todas las virtudes cristianas, la RECTITUD es uno de los puntos más fallos en los cristianos de hoy.  He podido notar que muchos, arrastrados por conveniencias materiales se apartan de la justicia divina y del Reglamento de la Iglesia.  Es necesario amonestar y orar a este respecto.  El Señor nos llamó a su glorioso camino para que fuésemos como Él, RECTO.  Dijo Isaías que tendríamos enseñadores a nuestra espalda que dirían:  "Este es el camino, andad por él, y no echéis a la mano derecha, ni tampoco torzáis a la mano izquierda".  Isaías, 30:21.  Yo creo que hoy tenemos el mejor Maestro:  el E.S.  C-to. dijo que "él os enseñaría todas las cosas".  Y es cierto, ya que por medio de este mensaje nos está enseñando la rectitud.

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Dijo el Predicador en Prov. 26:21:  "Tener acepción de persona no es bueno, hasta por un bocado de pan prevaricará el hombre".  Y es cierto que hoy un bocado de pan aparta al hombre de la justicia de D-s, es decir, quebranta la RECTITUD.

D-s nos llamó a su servicio para glorificar su nombre.  Cada vez que tenga necesidad diga como Juan el Bautista a Herodes:  "No te es lícito tener la mujer de Felipe tu hermano", y no le importe las consecuencias humanas, y así le estará dando la gloria a D-s.  Haga como C-to., que decía la verdad sin cuidarse de nadie.  La rectitud y la justicia marchan paralelas.  Por tanto el que quebranta la rectitud se parta de la justicia.  Si leemos y consideramos las palabras bien orientadas del Apóstol Pablo a Timoteo, haciendo un requerimiento responsable al extremo de poner por testigo a D-s, a C-to, y a los Ángeles, le dice:  "Te requerir delante de D-s, y del Señor J.C., y de los ángeles escogidos, que guardes estas cosas sin perjuicio de nadie, que nada hagas inclinándote a la una parte", 1Tim. 5:21.  No debemos inclinarnos, torcernos o jorobarnos, sino marchar derechos en los caminos del Señor. 

El verdadero hombre de D-s cuando se trata de practicar la justicia divina, rechaza el favoritismo, la familiaridad y las simpatías personales.  Lo único que le interesa en ese momento es agradar a D-s.  La Iglesia de D-s tiene la imperiosa necesidad de más hombres que "se mantengan al lado de la justicia aunque se desplomen los cielos".  Siempre en estos casos debemos buscar "la gloria que solo de D-s viene" y no la de los hombres.  Dejemos de agradar a los hombres y agrademos a D-s.  Que podamos decir como dijo C-to:  "Porque yo lo que agrada al Padre, hago siempre", y el mayor agrado divino consiste en que seamos RECTOS.  Que la Iglesia Cristiana no sea semejante al bosque, donde los palos y árboles torcido se multiplican, y escasean los RECTOS.  SEAMOS RECTOS.