Este es mi testimonio... A los 18 años conocí esta gloriosa Iglesia. Como muchos jóvenes, estaba en una vida llena de amargura y tristeza, pues esta es la condición de los que viven sin CRTO. Un día pasaba por una tienda y vi a una mujer vestida de blanco con un botesito en su mano. Ella me llamó y rápidamente se acercó hacia donde yo estaba, me dijo: “Soy misionera te invito para que conozcas de D-s”. Yo la miré con sorpresa pues en muchas ocasiones había negado la existencia de D-s. Me invitó a su casa para platicar un poco y le dije que después la visitaría. Poco después el 3 de junio del 2001, la visité y me quede en el internado.
Artist Joel Moreno |
Un mes después nos visitó un oficial, hasta el momento no había entendido el lugar en que estaba, pero este hermano con mucho amor de D-s y consejos nos empezó a enseñar las Sagradas Escrituras, dándonos estudios bíblicos. Así fue que el día 11 de julio, fui sumergida en las aguas del bautismo, aun así, no estaba segura de dar mi voto al Señor. Sin embargo, una mañana estando sentada después del devocional matutino me preparaba para un estudio, cuando de un de repente me levanté y le dije al hermano Mauricio Preciado (que se encontraba allí) “Quiero dedicar mi vida al Señor”, así fue como el 14 de julio del mismo mes dediqué mi vida.
Desde entonces he estado luchando con la ayuda de D-s por esta obra maravillosa, aunque el enemigo de nuestras almas no quiere que dejemos el mundo y el pecado puesto que a luchado en muchas ocasiones contra mí al punto del tropiezo, pero D-s que es misericordioso para con nosotros me a ayudado en grande manera. En el año 2009 viajé a Venezuela con una misionera que estaba en ese país, pero sin embargo, no me sentía feliz ya que mi deseo era hacer algo por la obra de D-s en mi país de Colombia. Con mucho ayuno, oración, y muchas lagrimas le pedía que si era Su voluntad que yo ayudase Su obra en mi país me permitiera regresar, y si aun no era el momento me abriera las puertas para mi traslado a otro lugar. En esos días le pedía con un corazón humillado que me visitara o me dijera por medio de uno de sus siervos que debía hacer. Para entonces el Señor me visitó varias veces entre ella este sueño...
Soñaba que estaba en Colombia en casa de mi papá, yo estaba dentro de la casa. En ese momento salí al patio y empecé a subir un poco, sabía que más allá de donde yo estaba había agua y alguien que la traía para la casa. Seguí subiendo, de repente me detuve y alcé mi mirada al cielo. El cielo estaba azul, no había ni una sola nube que lo cubriera. Pero de repente empezó a soplar un viento recio y las nubes iban pasando a una gran velocidad hacia el oriente. Yo me quedé sorprendida preguntándome la razón por la cuál pasaban tan de prisa, no entendía. En ese momento miré hacia al occidente desde el lugar donde yo estaba parada y ya todo parecía estar tranquilo.
Inesperadamente de la nada vi salir una paloma blanca volando en dirección oriental por donde pasaron las nubes. Seguidamente vi salir otra e iban dando vueltas las dos, luego vi salir otra y de repente ya eran muchas palomas blancas volando en la misma dirección. Yo seguía con mi mirada el vuelo de las palomas, cuando súbitamente escuché un ruido y miré hacia donde sale el sol. Para sorpresa mía todas las palomas volaban hacia esa dirección. Me quedé mirando y un destello de luz empezó a salir de entre las nubes, y en ese momento empezaron a bajar las nubes como en forma de un pabellón hacia donde yo estaba. Sobre las nubes se encontraba un personaje con ropas blancas y ojos como dos rayos de luz. Él estaba rodeado de un resplandor de luz maravilloso. Yo no podía creer lo que estaba mirando, esa luz tan hermosa... y en ese momento el personaje me extendió sus manos y con una expresión de amor en su rostro me llamó, era el Señor Jesucristo. ¡Que hermoso era poderlo ver! No quería irme de ese lugar, sentía una paz y una tranquilidad que me embargaba, no podía creerlo. De repente todo fue recogido hacia el cielo y allí desperté. Era ya el devocional pero yo no tenía más en que pensar sino en lo que había visto, era tan real que aún podía sentir esa paz.
Después que me levanté a los pocos días regresé a mi país. Aún esperaba esa confirmación por medio de su siervo, le dije al Señor, “si esto viene de ti y es de tú agrado, que tu siervo diga que me puedo quedar y se tome la propiedad que se a mencionado en muchas ocasiones”. Llegando a mi país le llamé al Apóstol y le dije, “Estoy en Colombia y mi deseo es luchar por la obra del Señor en este lugar, si es la voluntad de D-s estoy a su servicio y lo que Ud. diga con la ayuda de D-s lo haré”. Y el me respondió, “Yo también quiero que se haga algo grande en Colombia quédate y espera que yo voy a mandar un oficial pronto”.
Lo tomé como la confirmación que había demandado de DS. En eso días vino el oficial y se tomó la propiedad. Desde entonces estoy por misericordia de D-s ayudando la nueva obra en Colombia. Gracias al Señor porque nos a ayudado grandemente y por su sierva Carolina que es una ayuda muy grande, pues su esfuerzo por la obra del Señor es grande y existe un gran amor fraternal entre ambas pues me ayuda en mis momentos de prueba y lucha. Trabajamos muy unidas por la obra predicando por las calles, por los hogares damos estudios bíblicos y cualquier otra cosa que es hecha es para la gloria de Ds. En verdad no hay algo mas grande que servir al Señor, ¡Bendito sea su Nombre para siempre por esta oportunidad que me a dado!
Predicadora del Evangelio María Luz García
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