Día de Gracias...Por el Apóstol Daddy John

Día de Gracias 

noviembre 27 del 1941

Habana, Cuba

"Sean notorias vuestras peticiones a D-s en toda oración y ruego, con Hacimiento de Gracias" Fil. 4.6".

Gracias--Expresar gratitud por favores y misericordias recibidas.  

David era un instrumento escogido de D-s y oraba de esta manera:  "Pruébame, oh Jah, y sondéame: examina mis riñones y mi corazón" Sal. 26.2".  "No me he sentado con hombres de falsedad, ni entré con los que andan encubiertamente; aborrecí la reunión de los malignos, y con los impíos nunca me senté.  Lavaré en inocencia mis manos, y andaré alrededor de tu altar, oh Jah: para exclamar con voz de acción de gracias y para contar todas tus maravillas" Sal. 26.4-7.  Así que tú y yo hoy, debemos aborrecer el mal y lavar nuestras manos en inocencia para poder reunirnos alrededor de su altar en hacimiento de gracias y alabanzas aceptables al Señor.

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"Sacrifica a D-s alabanza, paga tus votos al Altísimo, e invócame en el día de la angustia; te libraré..." Salmos 50.14,15.  Paga tus votos primero.  (En tu voto quebrantado hay pecado). Deu. 23.21-23.  Entonces cuando clames con hacimiento de gracias Él ha prometido oírte y librarte.  "Lleguemos ante su acatamiento con alabanza; aclamémoslo con cánticos" Sal. 95.2.  "Cantad alegres a D-s, habitantes de toda la tierra:  Servid a Jah con alegría: venid ante su acatamiento con regocijo.  Reconoced que Jah, Él, es D-s:  Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; pueblo suyo somos, y ovejas de su prado.  Entrad por sus puertas con reconocimiento, y por sus atrio con alabanza:  alabadle, bendecid su nombre.  Porque Jah es bueno: para siempre es su misericordia, y su verdad por todas las generaciones" Sal. 100.

Debemos alabar a D-s, servirle, sentirnos gozosos en su servicio, con alegría y canciones; para adquirir conocimiento espiritual y ser su pueblo, y ser puestos bajo su misericordia.  

¡Misericordia!  Si no fuera por la misericordia de D-s, probablemente ninguno de nosotros estaríamos aquí hoy.  Todavía estamos clamando por misericordia y debemos recordar que si hemos de alcanzar misericordia debemos "ser misericordiosos".  Por tanto, hay una parte que nos toca hacer a nosotros para poder ser merecedores de la misericordia.  El Señor ha prometido tener "misericordia en millares a lo que le aman y guardan sus mandamientos".  ¿Merecemos esta misericordia?  "Y su misericordia de generación a generación a los que le temen".  Lc. 1.50.  Los humildes obtendrán misericordia.  

Lleguemos hoy a la presencia de Él como el publicano.  "D-s, sé propicio a mi pecador" Lc. 18:13.  Ni altivo ni soberbio, "porque D-s resiste a los soberbios, mas da gracia a los humildes".  "La soberbia va delante de la caída", pero "los humildes y mansos heredarán la tierra".  La justificación propia y el ensalzamiento de los Fariseos fue reprendido así el orgullo espiritual y la justificación de sí son abajados.  "Los sacrificios de D-s son el espíritu quebrantado: al corazón contrito y humillado no despreciarás tu, oh D-s" Sal 51.17.  Nos conviene humillarnos delante de D-s parar recibir las bendiciones.  El publicano por su humildada y arrepentimiento, confesó que era pecador, buscó la misericordia y fue para su casa mas justificado que el otro.

Cuando el Duque Kent, padre de la reina Victoria, expresaba ansiosamente la condición de su alma en su lecho de muerte, su médico trató de calmar su mente refiriéndole a la altivez de su posición y su respetabilidad cuando de pronto le detuvo diciendo: "Recuerde que se he de ser salvo, no será por ser príncipe sino por ser un pecador arrepentido".  Rowland Hill dijo:  "Hay quien habla que está mirando atrás a una vida bien gastada.  Yo miro hacia arriba a aquel que gastó su vida gloriosa para redimir la vida de mi alma preciosa, es solo a Él a quien me atrevo mirar".  ¡"D-s sé propició a mí pecador"!  El Arzobispo Usher, repetidas veces decía que esperaba morir con el lenguaje del publicano en su boca.  Su deseo fue cumplido porque sus últimas palabras fueron estas:  "D-s, sé propicio a mí pecador".  El Dr. Wood, de Andover, la noche antes de morir replicó a un amigo que le preguntó si oraría con él: "No hay oración que venga al caso mío sino la oración del publicano:  "¡D-s, se propicio a mí pecador!".  San Agustín recibió la siguiente pregunta, ¿Cuál es el primer artículo en la religión Cristiana?  Contestó, "Humildad".  ¿Cuál es el segundo?  "Humildad" ¿Y el tercero?  "Humildad".

La ira del manso es como la chispa que suelta el acero-duro de sacar y pronto en apagarse.  La mansedumbre no solo da grande paz mental sino que añade resplandor al rostro.  Leemos en las Sagradas Escrituras de solo tres personas cuyo rostros resplandecieron notablemente, Cto., Moisés, y Esteban y fueron eminente en mansedumbre.  Nada perdemos por ceder a la mansedumbre.  Abraham cedió a su derecho de escoger.  Lot lo tomó, y he aquí Lot fue turbado en aquello que escogió;  Abraham bendecido en lo que le quedó.

El Crecimiento de Pablo

Se ha dicho que en el año 59 A.D. pronto después de la conversión de Pablo, él dijo que era indigno de ser llamado un apóstol.  Transcurrido el tiempo mientras tanto había crecido en gracia, por el año 64 A.D. exclamó:  "Soy menos que el mas pequeño de todos los santos".  Y un poco antes de ser mártir, cuando ya había llegado a la estatura del hombre perfecto en Cto. en el año 65 A.D. su exclamación fue: "De los pecadores soy el primero". 

Las ramas de los árboles cuanto más cargadas están de frutos más se inclinan hacia abajo y son las que más bajas están.  Generalmente, los que tienen más GRACIA y los mayores dones y son más útiles, ellos son los más humildes y los que piensan menos de sí mismos.